Acuerdo NyP: Así nos luce el pelo

El martes, día 10, tuvo lugar el tercer y último acto del teatrillo organizado por la empresa respecto de los cambios de servicio, turnos y horarios de NyP. Como era previsible, se consumó la engañifa que Telefónica y Atento habían planificado, rubricada a modo de acuerdo con CC.OO.-UGT. El contenido del acuerdo ya lo conocéis por los comunicados de los que se jactan de haberlo firmado. Sin embargo parece que no son conscientes de la gravedad de firmar un acuerdo que vulnera los derechos de las compañeras a las que deberían haber defendido. En el acuerdo se les excluye de la posibilidad de ampliar la jornada en igualdad de condiciones que al resto de sus compañeras, por el simple hecho de exigir que se respeten los plazos que para estos casos están establecidos en el Estatuto de los Trabajadores. Además, a una de ellas ni siquiera se le asigna el horario que había escogido en función de su antigüedad, que es el criterio que se siguió con el resto de compañeros.

Cuando los compañeros ya habían acordado individualmente con Atento sus nuevos turnos y horarios, la empresa decide iniciar un falso y tendencioso período de consultas con el comité. Tanto Atento como los sindicatos sabemos que no tiene que haber tal período de consultas cuando los afectados no llegan a 30 trabajadores, más si cabe cuando casi todos renunciaron a los derechos que conlleva la modificación sustancial. ¿Por qué entonces el teatrillo? La respuesta está en el aire, pero hay hechos indefendibles por ningún representante de los trabajadores: UGT-CC.OO. han discriminado a las compañeras que reclamaban sus derechos, “premiando” –igual que la empresa- a los que renunciaron a ellos. A cambio de un ACUERDO IRRESPONSABLE E INMORAL pretenden vendernos como un logro “propio” las ampliaciones de jornada que la empresa ya tenía previstas porque las necesita. Y con respecto a las promesas de conversiones a indefinidos, a estas alturas y tras años de contratos declarados en fraude de ley en los juzgados, dudamos que quede algún trabajador que no lo sea (de hecho, la empresa ya está reconociendo la improcedencia de los despidos de los compañeros del 11822).

Tras muchos años tragándonos sus mentiras y faltas de respeto a los trabajadores, algunos siguen vendiendo humo para lavar la cara, pero cuando hay tanta cara que lavar siempre queda alguna mancha.

Salud.