¡ES UN ROBO Y UNA TRAICIÓN A LAS Y LOS TRABAJADORES !
El 25 de Enero de 2012, hemos conocido el texto completo
del “II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva 2012, 2013,
2014” pactado y firmado por la patronal CEOE y CEPYME con los sindicatos
institucionales CCOO y UGT. El documento abarca , entre otros, aspectos
relativos a la Estructura de la negociación colectiva, Flexibilidad,
Empleo, Formación, Teletrabajo, Criterios en materia salarial,
Inaplicación negociada en la empresa de determinadas condiciones de
trabajo pactadas en los convenios colectivos sectoriales…
El Acuerdo desgrana toda una serie de medidas para
garantizar la aplicación generalizada, de manera disciplinaria, de todas
las políticas económicas, de austeridad y ajuste fiscal, diseñadas por
gobierno de este país y el gobierno realmente existente representado
por el Banco Central Europeo y un esperpento de Unión Europa con
Alemania a la cabeza : desposesión de rentas salariales durante al menos
tres años con pérdidas garantizadas de poder adquisitivo para la
población renunciado abiertamente a la subidas salariales en función de
la subida del IPC, la disponibilidad empresarial para flexibilizar
jornada laboral, modificar las condiciones de trabajo, turnos, sistemas
retributivos, flexibilidad en materia salarial vinculando salarios a
productividad y beneficios de la empresa, sistemas de promoción,
movilidades funcionales y geográficas, reconocimiento del teletrabajo,
descolgarse de las condiciones colectivas del convenio, modificarlas y
ligar el empleo a que los trabajadores y trabajadoras acepten
comportarse como un “coste variable” : aceptar trabajar en cualquier
condición, en cualquier tiempo y a precios de mercado.
En definitiva, pérdida de derechos laborales, de apuesta
por un modelo de negociación colectiva que se aproxime a la empresa, a
la individualización de las relaciones laborales… todo con el objetivo
de aumentar la competitividad y los beneficios empresariales.
Para la CGT, la primera valoración de este II Acuerdo, es el desprecio
que estos sindicatos mantienen por la clase trabajadora (asalariada,
desempleada, excluida…) otorgándose la representatividad de todas y
todos, degradando a la condición de objetos y mercancía a la totalidad
de la población, sin conocer las necesidades de a quienes representan,
estableciendo un procedimiento de negociación oscurantista y a espaldas
de las y los trabajadores y la sociedad, concluyendo un Acuerdo para
firmar el robo a la totalidad de población y a sus posibilidades de
lucha.
Con la firma de este Acuerdo, los sindicatos CCOO y UGT
han vuelto a traicionar las funciones del sindicalismo y con ello, a la
clase trabajadora. Esto no es una novedad ya que así lo vienen haciendo
desde los Pactos de la Moncloa, iniciando un modelo de sindicalismo
institucional al servicio de la patronal en una cadena continuada de
renuncia a los más mínimos principios éticos, sociales, reivindicativos…
de defensa de los derechos de las y los trabajadores.
Este Acuerdo sobrepasa cualquier criterio de
racionalidad y todas las “líneas rojas” que el sindicalismo debe tener
presentes, ya que, con este Acuerdo, las y los trabajadores somos los
responsables de la crisis y por tanto tenemos que pagarla, renunciando a
parte de nuestro salario, de nuestros convenios, de nuestra capacidad
de movilización. Los salarios son culpables de la crisis ; las
condiciones de trabajo : jornada, tiempo de trabajo, sistemas de
retribución a la vez que el coste de los despidos, son responsables del
paro, de la destrucción del tejido productivo…, de la crisis del sistema
financiero y la única salida a la crisis es una mayor explotación de
las personas hasta recluirlas en la miseria.
Con este tipo de Acuerdos, los mejores gestores del
capitalismo son los “sindicatos institucionales” como fuerzas
racionalizadoras y disciplinadoras del empobrecimiento generalizado de
los seres humanos, material y mentalmente, renunciando a la lucha por el
futuro, la solidaridad, la justicia social, la libertad individual y
colectiva, el cambio de modelo productivo para la necesaria
sostenibilidad medioambiental. Con este Acuerdo hay una sumisión
absoluta de los y las trabajadoras al capital. Se olvidan del reparto
del trabajo, del reparto de la riqueza, de la subida de impuestos a los
ricos, de las gravaciones a las transacciones financieras…, negando
cualquier posibilidad de cambio, vendiéndonos sólo resignación,
sumisión, miedo, demovilización… Este modelo sindical institucional nos
ha replegado a los dictámenes del capital, los políticos, los
banqueros.
Para la CGT, como sindicato de clase, consideramos
repugnante este Acuerdo y nos vuelve a reafirmar más en la necesidad de
dar una respuesta de lucha desde el mundo laboral y desde los
movimientos sociales, una respuesta unitaria de toda la sociedad frente a
este modelo social basado en la mera explotación, la competividad, el
individualismo.
¡A la calle !
¡Arriba los que luchan !
Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT
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